martes, 17 de noviembre de 2009

En el Andador Escorza


Cuando salgo a de la escuela a las siete, veo a unos niños en el parque, un grupo que se reúne en torno al que llaman maestro, les enseñan los derechos de los niños o están jugando al futbol, no sé exactamente de que se trata pero tengo la impresión de que reclutan niños de la calle o niños que trabajan para llevarlos a albergues o algo así.
Me hace sentir muy bien verlos, aunque yo no participo ni en la enseñanza, ni en el reclutamiento ni en nada, pero me llena tanto saber que existen personas que de verdad generan cambios en la vida de los que no han tenido tanta fortuna como nosotros. Porque todos podemos hacer algo por los que necesitan más pero no siempre generar cambios: tal vez el payaso que venía hoy en el camión ya se bebió mi uno cincuenta que con tanta fe le di.
Me siento mal porque no pude indagar más por la vergüenza, maldita sea.
Aun así sé que están ahí, en algún lugar, todos los días.
Fuck! mataría por saber más de ellos.

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