
Mami en una mala foto con hermana bebé
Mi madre es maestra. Cuando estaba embarazada de mí tenía un alumno muy tranquilo y callado llamado Israel. Basada en algún pensamiento mágico, pensó: "quisiera que mi hijo fuese tan calmado como este: llamaré a mi hijo Israel". Pobrecilla, ahí empezó su desgracia: Hasta el día de hoy no me ha podido callar.
Cuando tenía tres años aprendí a escribir. En un arranque de ira me dirigí hacia su cuarto y tallé sobre el respaldo: "tonta". Desde entonces siento que me trae coraje.
Neuróticos ambos, somos tan iguales que cuando pelamos el resto de la familia se aleja, dicen: "ya van a empezar". Ambos somos celosos, aprensivos, nerviosos, preocupados y depresivos.
Mi madre subordinó su vida a la mía y me llevó con psicólogos, doctores y ortodoncistas. Cuando estaba en la primaria coordinaba su turno de trabajo con el de nosotros. Lo que no haría por mí, lo que no ha hecho por mí.
Cuando tenia cinco años le dije a la nana–sirvienta que no quería ir a la escuela, que no me llevara y me pasé todo el día jugando. Cuando madre llegó me golpeó y corrió a la muchacha: no hemos tenido sirvienta desde entonces.
En los viajes a Laredo siempre le digo que no me grite y en lugar de eso me vocea para que todos oigan. Se la pasa leyendo ingles pronunciado al español:
—Mijo, ¿qué significa toilet?
― No, mamá, no lo abras, ¡Noooooooo!
A sus 47 tiene muchas arruguitas en la cara y sospecho haber causado más de la mitad. Tiembla cada vez que le digo: “tengo algo que decirte”. Soy la oveja negra, el negrito en el arroz, la piedrita en el zapato, la espinita, su dolor de cabeza y su consentido.
La entiendo, en mis bolsas ha encontrado paquetes de condones, diversos tipos de cigarros, me ha visto borracho y luego me ha hecho trabajar crudo. A pesar de eso nunca me ha cerrado la casa ni me ha negado la comida.
Nos hemos criado con el paso de los años: me enseñó a leer, escribir y esa cosa del ábaco y yo de mala gana le enseñé Word, Messenger y Hotmail.
Mi papá siempre dice: “No hagas enojar a tu mamá” ella dice: “¿Por qué no me haces caso, cabrón?” y yo digo: “Cállese”. Dice que soy un mamón, un terco, arrogante,, promiscuo, borracho y adicto.
Tantas veces la he hecho llorar que prometí hacerla reír por cada una, pero se volvió una tarea imposible. También la he hecho llorar de felicidad cuando le conseguí trabajo y cuando gané un concurso como uno de los mejores alumnos del estado.
Cuando tenia nueve años estaba harto de su irritante “Fíjate a los dos lados antes de cruzar la calle” y salí corriendo sin voltear más que al frente: un carro me golpeó triándome al suelo. Al abrir los ojos y ver el cielo lo primero que pensé –antes de la muerte y mis heridas- fue: “Mi mamá me va a regañar”.
Algún día tal vez tenga que dejar la casa por cuestiones profesionales: nunca nos hemos separado más de una semana desde que nací, no puedo vivir sin enojarme con ella. ¿Cómo me voy a alejar si estamos cosidos?, ¿cómo puedo odiarla cuando me abraza y dice que soy su bebé?, ¿cómo? Es la relación más larga y más estrecha de mi vida.
A huevo que todas las noches se le aprieta la tripita de angustia hasta que me ve llegar ¡Que flojera tener hijos!
2 comentarios:
Hola que tal Amigo Mío, Seré de los primeros en comentar?, La vdd no lo sé, aun asi leo tus articulos y son extraños tienen un toque personal, no se el nombre de la manera en que escribes pero es medio no se la palabra que se me courre es abstracto, si es correcta? no lo sé, dime tu.
Me agradán y como todo escrito hablan del perfil del autor y valla que si muestras un perfil, real ó ficticio? no lo sé. Pero es bueno me agrada, recuerdo que me mandaste un par, uno creo que se llamaba la "La Caca" o similar me mandaste un par, sería bueno que los públicaras, bueno amigo mio, felicidades por tu blog espero que arranque de una forma excelente y pues suerte en tu aventurar como blogger,
Si no es que todas y cada una de sus arrugas y más últimamente. Tal vez comparta la responsabilidad de algunas. Una o dos.
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