
Bernardo Fernández quien actualmente tiene treinta y seis años, algunas novelas, otros tantos cómics publicados y una hija recién nacida, nos habla de un futuro más bien personal al presentar como protagonista a una niña de doce años hija de un novelista punk de ciencia ficción.
La novela fue publicada en el 2008 pero se ubica en un futuro no muy lejano, trata la historia de una niña adicta a los videojuegos y un científico que busca robar pesadillas de los niños para crear mejores videojuegos. La historia se ubica en la Cuidad de México del futuro y los sucesos de la novela tienen lugar en apenas un día y una noche, aunque se incluye un flashfoward y un epilogo donde todos son felices.
Ya en las primeras paginas, la niña defiende la obra de su padre y de paso la de Bef, su creador, cuando en la pagina treinta y seis el maestro de español la regaña con motivo del desconocimiento de la obra de García Lorca
“ ― Es una vergüenza, siendo usted la hija de un literato. Dígame, ¿qué clase de libros escribe su padre?
― Novelas de ciencia ficción profe
Entonces el viejito se quedo callado como si le hubiera dicho que Papá era un asesino serial.”
La trama esta contada desde el punto de vista de Andrea, la niña quien nos relata lo que le sucede, y además observamos las historias del doctor Ventosa quien es un científico loco, y la de los cuatro niños que escaparon del laboratorio donde experimentaban con ellos ambas contadas en tercera persona por un narrador omnisciente.
En la historia Andrea es una niña normal del futuro quien va todos los días a la escuela en zeppelín y que, como es normal, se aburre en la escuela, un día va a jugar videojuegos a la casa de su amiga Mariana y cuando Mariana está dormida entra el ladrón de sueños e intenta robarle una pesadilla, Andrea trata de detenerlo y se lanza sobre él , salen del cuarto los dos volando y se estrellan en el sitio donde se encontraban los 4 fugitivos, ellos le cuentan a Andrea que el doctor Ventosa realizaba experimentos con ellos y que el ladrón de sueños busca robarse las pesadillas de los niños y los detecta a través del videojuego.
El libro se divide en partes que se titulan de acuerdo a conceptos relacionados con el sueño como movimientos oculares rápidos, sueño ligero, sueño profundo, pesadilla y al mismo tiempo cada parte se divide en capítulos y la historia se cierra con un epilogo situado veinte años después.
Desde otro punto de vista es contada la historia del doctor Ventosa que de niño fue un amante de los insectos y quien solo teme a las avispas, paso de ser un amante de los videojuegos a un importante científico en el área de la biotecnología, siendo rápidamente promovido hasta ser el director de proyectos de un importante compañía con la que desarrollo la consola de videojuegos y que ahora roba pesadillas de los niños para desarrollar mejores videojuegos.
Mientras tanto con el ladrón de sueños destruido, el doctor Ventosa moviliza a todo su cuerpo de seguridad a la zona para encontrarlo mientras los niños se dirigen al edificio de la compañía para rescatar a dos compañeros que siguen en ese lugar, al llegar se encuentran con un lugar desierto, suben hasta el ultimo piso y ahí encuentran al docto Ventosa
Mientras tanto el ladrón de sueños, dotado con una inteligencia artificial muy capaz, se arrastra hasta una alcantarilla y se comienza a reconstruir.
Andrea reta al doctor Ventosa en un videojuego, si ella pasa hasta el último nivel y vence al monstruo el liberara a los niños y detendrá sus experimentos, pero si ella perite el la usara como sujeto de pruebas, Andrea vence (de una forma muy pirata) y el doctor Ventosa se niega a cumplir y la toma a la fuerza, cuando llega el ladrón de sueños esperando que su creado lo reconozca ahora que se ha convertido en una avispa gigante, con el miedo el doctor suela a Andrea y cae por una ventana desde el piso más alto. Los niños vuelven a su verdadero hogares y Andrea no le comenta esta aventura a su padre sino hasta que es adulta.
Si esta novela fuera un videojuego seguramente recibirá la clasificación teen y si fuera una película le darían una B, ya que la temática está enfocada cuando mucho a adolescentes. Una novela sin sexo, ni desnudos frontales, ni lenguaje adulto. Cumple con su función de entretener pero resulta tan vaga que de a ratos se cae, es como esas películas que pasan en tele abierta entre semana.
La protagonista tiene un crecimiento a lo largo de la historia aunque es un poco antihéroe porque duda respecto a ayudar a los niños y luego al final los ayuda, arriesga su vida y se convierte en una persona más hábil de lo que en realidad se creía o era.
El libro es divertido a ratos y combina la ingenuidad de la adolescencia con las reflexiones obligadas de las novelas futuristas, enumerando así a referencias tan dispares como Wilde y Popeye o Don gato y Dante Alighieri
Al leerla me hace pensar que ya conozco esta historia, es como una combinación entre las películas pesadilla en la calle del infierno y la brújula dorada
Bef, quien seguramente fue un joven adicto a los videojuegos en la época del Atari y el primer Nintendo, realiza este extraño crossover haciendo una novela sobre un videojuego y no un videojuego sobre una novela en un mundo donde los jóvenes prefieren a los videojuegos que a las novelas.
La protagonista y su familia tienen todos un look punk como algunos de los personajes de Bef en sus otros libros, otro aspecto que explota es el flashfoward ubicado muchísimos años en el futuro y colocado en medio de la historia para aportar datos al presente de la misma, el futuro aquí descrito esta basado en la nanotecnología y la biotecnología, siendo estas dos ramas del ciencia la impulsoras del desarrollo en este universo, presentes en los videojuegos hasta en la constitución de los edificios. Los videojuegos de realidad virtual son el eje en torno al que se mueve la historia porque todos los protagonistas comparten su amor por estos. Y otro elemento recurrente en BEf es esta idea de un conglomerado industrial, una superempresa, que elabora productos para casi todas las actividades de las personas, esta compañía en este y otros libros de BEf se llama HumaCorp
Aunque divertida, la historia pierde sentido cerca del final y el desenlace resulta inverosímil, como si la editorial le hubiera cortado a Bef treinta páginas donde aguardaba un final increíble como los que he tenido oportunidad de leerle en otras ocasiones..
Bernardo Fernández, Ladrón de sueños Editorial Almadía, México, 2008, 216 pp.
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